Microsoft confunde usuarios con lista de CPUs para Windows 11

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Microsoft ha sembrado el caos en su documentación de Windows 11, justo cuando millones de usuarios de Windows 10 se enfrentan a un limbo de seguridad. 

Producto de la pérdida del soporte oficial de Windows 10, la claridad es más vital que nunca. Aún así, en lugar de simplificar la transición, Redmond ha oscurecido los requisitos de hardware, frustrando a la base de usuarios reticente a actualizar.

La compañía americana ha decidido abandonar la especificidad, agrupando procesadores por familias genéricas y redirigiendo a la web del fabricante. 

Dicho cambio no solo obliga a los usuarios a investigar por su cuenta, sino que también ha generado errores absurdos, listando como compatibles series completas (como algunos Celeron 3000 de hace una década) cuando solo lo es un chip concreto.

  • Antes: Búsqueda específica del modelo.
  • Ahora: Agrupación genérica y enlaces externos.

Cabe mencionar que la confusión castiga incluso a clientes premium. Procesadores previamente aceptados por excepción, como el Core i7-7820HQ del Surface Studio 2, han desaparecido del listado oficial, enviando un mensaje implícito de incompatibilidad a sus dueños.

Se calcula que hay 500 millones de PCs aptos para Windows 11 cuyos usuarios simplemente se niegan a actualizar. 

Las barreras iniciales (TPM 2.0, cuenta online forzosa) ya eran altas. Oscurecer los requisitos ahora solo añade más fricción a la estabilidad que ofrecía Windows 10.

Por lo pronto, para quienes se resisten, Microsoft ha lanzado el programa de actualizaciones extendidas de seguridad (ESU) para usuarios domésticos, ofreciendo un año extra de parches. Aunque gratuito en Europa por regulación, es un salvavidas temporal y no aborda el problema central de la adopción.

En Redmond apuestan fuerte por la revolución ARM con Snapdragon X y Copilot+, buscando dinamizar las ventas con la IA. Pero la erosión de confianza en su plataforma tradicional (x86) es un riesgo real.

Para el usuario atrapado, la hoja de ruta es doble:

1-Saltar a Windows 11

El proceso sigue siendo gratuito. Para equipos no compatibles, persisten los «trucos» y herramientas de terceros (Flyoobe) para eludir las restricciones oficiales.

2-La opción Linux

Las distribuciones modernas simplificaron su uso. Gracias a capas de compatibilidad como Proton de Steam, la vieja excusa de los videojuegos ya no es válida, lo que abre una ventana de oportunidad para un sistema operativo libre de las políticas erráticas de Microsoft.

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(S.M.C)