
Desde comienzo de año que la Comunitat Valenciana viene avanzando en la regulación del uso de tecnología en el ámbito educativo.
De hecho, tras casi un año de la prohibición del uso de móviles en centros públicos, la Conselleria de Educación plantea ampliar la normativa a otros dispositivos digitales como tabletas y portátiles.
¿El objetivo? Concretar su utilización, más que nada en colegios que emplean materiales digitales, incluyendo su uso en casa para tareas escolares.
Dicha medida impulsada por la Dirección General de Innovación e Inclusión Educativa y el equipo de José Antonio Rovira, se plasmará en una nueva orden y en la modificación del Decreto de Convivencia.
La Comunitat Valenciana sigue los pasos de Madrid
La noticia llega poco después del anuncio de la Comunidad de Madrid, quien decidió eliminar los deberes digitales y soportar las restricciones en el uso de móviles, ordenadores y tabletas en sus centros educativos el próximo curso.
Al parecer, la región madrileña planea prohibir el uso individual de estos dispositivos, fomentando su utilización compartida dentro del aula bajo la supervisión docente y adaptada a la edad de los alumnos.
Escuchando a la comunidad educativa
En este caso, la Conselleria de Educación valenciana decidió tomar nota de las crecientes preocupaciones sobre el impacto de las pantallas en los jóvenes.
Por ende, ha mantenido contactos con asociaciones de padres como Desempantallados y Adolescencia libre de Móviles, y ha constituido un grupo de trabajo con representantes de la escuela pública, concertada y privada valenciana.
El objetivo primordial es «escuchar y valorar» las diversas perspectivas de toda la comunidad educativa antes de tomar decisiones definitivas.
El crudo diagnóstico: horas de uso lúdico que preocupan
En base a los datos recolectados de la Evaluación de Contexto realizada en la Comunitat Valenciana entre finales de 2023 y principios de 2024, se reveló el preocupante uso lúdico de los móviles durante más de tres horas al día por una parte significativa del alumnado.
Es más, dicho hábito se intensificaría con la edad, pasando del 8% en 3º de Primaria al 23% en 4º de ESO, alcanzando un preocupante 35% en 2º de FP Básica y situándose en el 18% en 2º de Bachillerato.
La voz de los padres: «priorizar a los niños y la ciencia»
Pau Rubio, fundador de Adolescencia libre de Móviles, confirma la existencia de una «conversación abierta» con la Conselleria, donde su principal demanda es una regulación más clara y contundente de las pantallas tanto dentro como fuera de las aulas.
Cabe remarcar que su organización, no se opondría a la tecnología en sí misma, ya que aboga por un uso «regulado, con sentido común y basado en la evidencia científica».
De hecho, Rubio insiste en la necesidad de que la Administración «priorice a los niños» , registrando estudios que demuestren un rendimiento superior en lectura y escritura en papel en comparación con las pantallas.
Un «salvaje oeste» que toca a su fin
Un dato interesante que señala Rubio, es el cambio de paradigma respecto al entusiasmo inicial por la integración masiva de las nuevas tecnologías en los centros educativos.
Según él, no se habrían tomado decisiones a partir de estudios que lo avalan, por ende, se busca racionalizar esto y poner el interés de los niños y su desarrollo en primer lugar.
En resumen, la iniciativa de la Comunitat Valenciana marca un punto de inflexión en el debate sobre el papel de la tecnología en la educación.
¿Será este el inicio de una era donde la salud cognitiva y el desarrollo integral de los estudiantes primen sobre la digitalización sin control? El tiempo y el contenido final de la nueva regulación nos darán la respuesta.
Lo que está claro es que el debate sobre las pantallas en las aulas está más vivo que nunca.
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(S.M.C)